jueves, 30 de septiembre de 2010

This is crazy man, CRAZY!!

En esta entrada no habrá fotos, no he podido conseguirlas, lo que en parte es mejor. Acabo de llegar de salir en un "club" americano, lo que sería una especie de discoteca, pero con música de pub... una combinación diferente.

Lo cierto es que vengo escandalizado, y trataré de explicar la razón. Fuimos a Tuxedo, un "club" en el centro, nos llevó Anouk (una chica francesa) junto con sus amigas... pero aquello era otra cosa, aquello era un templo del vicio.

La gente no bailaba, se restregaba, literalmente (en inglés: to grind). Es increíble ver a chicas de 18 años rozándose literalmente con un tío al que ni siquiera conocían, o al que no le habían visto a lo mejor ni la cara, porque el tío se había acercado por detrás... pero además la cosa ya era más que nada lujuriosa, las chicas casi a cuatro patas, en el medio de la pista de baile, y los tíos levantándoles el vestido hasta la cintura... obviamente -o no tanto- ellas se lo volvían a bajar, pero tampoco demasiado.

Especialmente chocante fue ver a una compañera de clase de una de las chicas ejecutando tan sensual baile, al mismo tiempo que agitaba la mano saludando, mirando hacia nosotros... no tengo palabras. Vergüenza ajena es un concepto que hoy se me ha quedado corto, han de inventar una nueva palabra para describir lo que presencié esta noche...

Lo cierto es que comentando ésto con uno de mis compañeros de piso, éste me ha dicho que eso es "normal" en determinados lugares, y especialmente si uno se va a algunos clubs en NYC, donde no es tan extraño ver a gente manteniendo relaciones sexuales en la pista de baile... y si el río suena...

También me llamó la atención cómo los menores de 21 se las ingenian para beber en los "clubs". Al entrar, te piden un documento de identificación y, si eres mayor de edad, te ponen una pulsera de papel, de este modo no tienes que enseñar el pasaporte/carné de conducir cada vez que vas a pedir. El caso es que los más avispados toman prestada una de éstas y luego van a la barra a por bebida (imagino que traerán celo de casa, porque la pulsera al sacarse se rompe...). Hecha la ley, hecha la trampa.

Por cierto, una "caña" en este lugar, y sólo hasta las 11, costaba $1; a partir de esta hora, $2. No está mal, ¿eh? El "club" cerraba hacia las 2, para hacerse una idea de los horarios americanos de fiesta.

Gracias a esta "expedición" hoy he comprendido una expresión que mi compañero de habitación usa habitualmente: "Bitches be crazy, son!". Y es que lo de hoy hay que verlo para creerlo.

3 comentarios:

  1. dioooooos!!
    amigas mias yankis me habían hablado de esto del grinding, por suerte no lo he visto en directo, vaya vergüenzaaaaaa!! jajajajjaja. te imagino rubén, y me parto!
    por cierto, ayer bajando del metro, me di cuenta que ahí delante hay una clínica especilizada que se llama ISEP. es de sexología, i psiconeurologia o algo asi !! jajajajjaj, ojo donde estas TU??!! JEJEJEJ

    besos niñoooo,
    que sigas pasándotelo tan bien! y cuando vuelvas a ver si nos vemoooooooooos por favor!

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  2. Como nos vamos haciendo viejo... lo que hay que hacer es seguir el ejemplo de una cultura tan sana como la estadounidense xD

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  3. XD y que esperabas de las yankis... claro luego vienen y montan la que montan :)

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