miércoles, 6 de octubre de 2010

Malgasto de energía.

Una impresión que tengo desde el día en que llegué, es que aquí se derrocha mucha, muchísima energía, y explicaré las razones que me llevan a afirmar esto.

En primer lugar, he de hablar del aire acondicionado, que más que eso parece una ventisca. Los primeros días aquí, lo cierto es que hacía mucho calor (sobre 30ºC), incluso diría que la sensación térmica era de más, debido al grado de humedad. En ese caso lo podría entender. 

Pero es que lleva regulado a la misma temperatura y potencia desde agosto, y esto ya no es ni medio normal teniendo en cuenta la caída de temperaturas... y es que hoy hacía 11ºC. En la shuttle (el autobús que conecta los dos campus de la universidad) hace más frío que en la calle, no puedo ir a la biblioteca a estudiar porque -literalmente- me congelo y para más inri, en la residencia no encenderán la calefacción hasta el día 15 (rectifico el título para este caso en concreto, eso es ahorrar demasiado).

Con respecto a lo de dejar la luz encendida... tampoco me entra en la cabeza. ¿Por qué motivo tiene que estar la luz de los pasillos de la residencia encendida 24 horas? ¿No sería más sensato instalar un sensor de movimiento, o pulsadores que la mantengan encendida unos minutos?

Que conste en acta que esto no ha sido siempre así... hay que remontarse un poco en el pasado para demostrarlo, pero he aquí una prueba.

Véase el año en el que el mensaje se puso en el interruptor... veamos... ¿qué pasó ese año...?

Veremos qué pasará con la calefacción ahora en invierno... ya me han anticipado que hará mucho calor en la residencia... ¿será que sólo hay un interruptor que pone "calor" y "frío"? En todo caso, con respecto a lo de las luces, intentaré apagar tantas como pueda cuando no sean útiles... aunque nadie más lo haga...

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