miércoles, 10 de noviembre de 2010

Boston, MA y Washington, DC.

A pesar de estar en los EE. UU., al visitar tanto Boston como Washington (el D. C., como dicen por aquí) uno tiene una extraña sensación: se salen del estándar americano.

Boston.

Una de las ciudades estudiantiles por excelencia, sede de universidades de referencia a nivel mundial, como el MIT y Harvard.

Una parte del campus de Harvard, que no está exactamente en Boston, sino en Cambridge.


Al pasear por la ciudad, uno tiene la impresión de estar en el Reino Unido, y es que hay un número importante de bares y tabernas, especialmente por el centro. Cabe destacar la existencia de carriles-bici... algo verdaderamente atípico en este país.

Una de las calles de visita obligada es Newbury St., donde se encuentra una buena cantidad de tiendas y restaurantes. De la misma forma, Quincy Market, al lado del puerto, es también un lugar característico.

Como curiosidad destacar que es aquí donde se puede encontrar el que, según dicen, es el restaurante más antiguo de los Estados Unidos: el Union Oyster House.

A pesar de ser una marisquería, determinados productos de la carta son asequibles. Es el caso de las sopas de marisco, plato típico de la zona.


Washington, D. C.

La capital del imperio no decepciona. ¡Me encantó! Su arquitectura, su gente y, en general, el ambiente que allí se respira son verdaderamente únicos. Estuvimos en la ciudad tres días, y tuvimos la ocasión de conocer todas sus caras gracias a nuestro guía personal, Ethan, hermano de Edmund, y que estudia allí.

The National Mall.

Es la zona donde se concentran el mayor número de monumentos, museos y memoriales de la ciudad. Su distribución recuerda, salvando las distancias, a los Campos Elíseos, en París. He aquí una pequeña lista de puntos de interés situados en esta zona:

El monumento a Washington. Este obelisco, levantado en memoria del primer presidente de la nación, es lo único que destaca al mirar hacia el horizonte en la ciudad. Por lo visto, existe una ley que impide edificar con alturas superiores a la cúpula del Capitolio; de ahí que en el D. C. no se vea ningún rascacielos.

Monumento a Washington. Lugar donde mucha gente se saca la típica foto...

El Capitolio. Acoge las dos cámaras legislativas de la nación: la Cámara de Representantes y el Senado. Existen visitas guiadas gratuítas, que merecen mucho la pena, aunque sólo sea para ver la imponente cúpula desde dentro.

El Capitolio, visto de noche desde el equivalente al Tribunal Supremo.


El memorial a Lincoln. Uno de los monumentos que todo el mundo reconoce, tanto por ser el lugar desde el que Martin Luther King, Jr. dio su popular discurso de "I have a dream..." como por la película Forrest Gump. La vista desde el mismo es increíble, con el monumento a Washington y el Capitolio de fondo.


La Reflecting Pool con el memorial de Lincoln al fondo. Vista desde el memorial a los soldados americanos caídos durante la Segunda Guerra Mundial.

Museo Nacional del Aire y el Espacio. El museo favorito de la mayoría de las personas que visitan la ciudad. En él se pueden encontrar objetos únicos, hitos en lo referente a este campo, como el traje de Yuri Gagarin -primer ser humano en viajar al espacio-, el módulo de mando del Apollo 11, un Lockheed U-2 -como el que sacó las fotos de la instalación de los misiles en Cuba por parte de los soviéticos-, el Wright Flyer -el primer avión del mundo, construído por los hermanos Wright- y el mismísimo Espíritu de San Luis.

The Spirit of St. Louis, el avión pilotado en solitario por Charles Lindbergh, con el que cruzaría el océano Atlántico.


Dejando a un lado la zona del National Mall, también existen otros lugares de interés, uno de ellos especialmente importante:

La Biblioteca del Congreso. La más grande del mundo. Está compuesta por cuatro edificios, todos los cuales se sitúan próximos al Capitolio. Entre sus fondos, una de las Biblias de Gutenberg.

Fachada principal del Thomas Jefferson Building, el edificio más importante de la biblioteca.


Cambiando de tema, y centrándonos más en temas relacionados con la cerveza, hay que decir que en Washington se pueden visitar principalmente dos zonas (por orden de importancia):

- Adams Morgan. Uno de los barrios con más diversidad cultural de la ciudad, que cuenta con una buena cantidad de bares, para todos los gustos. Se puede llegar allí tomando el metro (que por cierto, en esta ciudad se llama Metro)... y es una visita obligada.

The Town Tavern, en Adams Morgan. Un lugar donde ir a jugar una partida de beer-pong*.

- Pennsylvania Avenue, entre las calles 3 y 4. Un lugar más tranquilo, pero lleno también de bares americanos.

Por último, y por ser la capital del país, es en el Distrito de Columbia donde se encuentran las embajadas de la mayoría de países. No puede evitar acercarme a echar un ojo a la de España. Esto fue lo que me encontré...

"Spain, World Cup Soccer Champion 2010".

Y es que detalles así son los que hacen que uno se sienta como en casa...

2 comentarios:

  1. bostoooon! te ha gustado? si es que no, no pasa nada, dímelo!! :P

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  2. Muy interesante Rubén!
    Sólo te faltó explicarnos qué es eso de una partida de beer-pong! Jejeje.

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